No sabría decir cuántas veces mi marido me ha pedido que le haga
este plato....pobre...
Si he de ser sincera, es un
plato que a primera vista no me parece nada atractivo. Y puestos a ser
sinceros, es por eso por lo que llevo años haciéndome la loca y dándole largas
al pobre.
Y si sigo siendo sincera, hoy
se las he hecho, por fin, porque no tenía muchas más opciones en la nevera,
jajajajaja.. estoy haciendo limpieza y
quedan pocas cosas para elaborar un buen plato antes de volver a hacer la
compra.
Pero, ahora he de ser
sincera y deciros que están riquísimas!!!!!
Aunque guardadme el secreto J
Patatas
a la Importancia
Para 3 personas:
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4 patatas medianas
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1 cebolla
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2 dientes de ajo
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Hebras de azafrán
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Perejil picado
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100ml vino blanco
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1 l caldo vegetal
.- 2 Huevos
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Harina
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Sal
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Aceite de oliva virgen extra
Pelamos
y cortamos las patatas en rodajas de 1cm más o menos.
Sazonamos.
Ponemos
Harina en un plano y los huevos batidos en otro.
En
una sartén con abundante aceite freímos las patatas, que habremos pasado
primero por la harina y después por el huevo.
Las
doramos y sacamos a una fuente con papel absorbente mientras seguimos con
la preparación.
Majamos
los ajos con las hebras de azafrán y el perejil en un mortero y reservamos.
Pelamos
y picamos la cebolla.
En
una cazuela ponemos un par de cucharadas de aceite de la sartén donde hemos frito las patatas y rehogamos la cebolla, cuando esté
doradita le añadiremos una cucharada sopera de harina, removemos y es el
momento de añadir la majada.
Le
añadimos el vino, removemos y ahora el caldo.
Con
cuidado de no estropear el rebozado, pasamos las patatas a la cazuela y dejamos
cocinar a fuego lento durante 30 minutos más o menos. Rectificamos de sal y
vamos removiendo con cuidado de vez en cuando. Las pinchamos con un cuchillo y
cuando estén tiernas las retiramos del fuego.
Es
el momento de disfrutar de un plato sencillo y exquisito y por qué no hacerlo
con una buena copa de vino blanco bien fresquito.
Hasta
pronto!